lunes, 13 de mayo de 2013

Ruta del Vino Tinto 2013 MTB4Estaciones

Este fin de semana hemos podido disfrutar y sufrir por segundo año consecutivo de la maravillosa zona de San Martín de Valdeiglesias en la edición 2013 de La Ruta de los Vinos. Esta marcha forma parte de las 5 pruebas que este año ha preparado Last Lap en su MTB 4 Estaciones.
Por suerte este año lo he empezado muy fuerte en el tema laboral, pero esto me ha llevado a tener muy poco tiempo para montar en bici. Por un lado me he perdido las dos primeras pruebas de las 4 estaciones, la de Valdemorillo, que era una espinita que tenía ya que fue la única que no pude hacer el año pasado y la de Moralzarzal que es una zona que me encanta también y me apetecía mucho.
Pero La Ruta de los Vinos no nos la íbamos a perder! Para mi es muy especial porque el año pasado fue mi primera experiencia en una marcha de este tipo y además siento que esto es recíproco de algún modo, ya que además de las rutas en sí, estos dos años he tenido la suerte de cara y he salido bien parado en los concursos promovidos por el organizador y sus patrocinadores. El año pasado tuve la suerte de disfrutar de la previa que fue toda una experiencia y este año mi foto ha sido la ganadora del concurso y nos vamos de viaje este verano a hacer Pedals del Foc. Ya haré una intensa crónica cuando la hagamos :)

Este año no sabía muy bien a qué atenerme en cuanto a como estaba de físico, ya que aunque he tenido mucho menos tiempo para entrenar, entre los consejos del máquina de mi amigo Guille Bogas y lo que he ido aprendiendo este último año, me daba la sensación que estaba aprovechando bien este tiempo. Desde diciembre a marzo a penas salía una vez por semana y en marzo y abril he podido entrenar algo más, pero solo un día a la semana decente y como mucho un par de días más saliendo 1 hora y poco. El lunes antes de la prueba hice una salida dura y me encontré bastante bien, así que empecé a pensar en que podía mejorar o igualar por lo menos el resultado del año pasado.

El domingo toca madrugar.... Uff el sábado entré al trabajo a las 10 de la mañana y acabé más tarde de las 22:30, así que me cuesta levantarme cosa fina. El sábado he intentado beber mucha agua, ya que daban calorcito para la ruta y además me meto entre pecho y espalda una buena fuente de macarrones para comer y para cenar que hay que intentar controlar los calambres.
Había quedado con Antonio en su casa a las 06:45, cargamos y nos acercamos a Brunete a por Dani que viene con nosotros. Con los chicos de Bike Griñón había quedado en vernos en San Martín.
En el coche me doy cuenta que me he dejado el móvil en casa, así que me parece que esta vez no habrá fotos ni Strava para grabar la ruta.

Llegamos pronto con lo que aparcamos sin problemas, nos cambiamos en el coche y subimos en la bici al polideportivo donde se recogen los dorsales y la bolsa de corredor (mola la camiseta ;) ) Allí están Raulillo, Jorge, Victor, Guijar, Raul y demás de Bike Griñón. Aunque el castillo es un sitio precioso hay que reconocer que el uso del polideportivo para esto es un acierto, ya que había mucho sitio y con todas las mesas que había se hizo muy rápido el trámite. Curioso el PhotoCall que se puso allí para hacer fotos a los grupos de bikers.



Ya con el dorsal en la bici y cerca de las 8:50 les comento a todos que voy a bajar a coger sitio, que me gusta salir en la parte de delante para evitar atascos, así que me dirijo al arco de salida. Doy un par de vueltas para ir calentando las piernas y cuando veo que la gente empieza a colocarse me pongo en primera línea, exactamente en el mismo sitio que el año pasado. Este año echo de menos a Félix y Carcoma del club de Sevilla la Nueva, pero seguro que nos veremos pronto. El que si se pone a mi lado como el año pasado es Luis Ocaña, que dice que este año está flojo porque ha podido entrenar poco. Pero vamos, que a su nivel por flojo que esté irá como un tiro.



Miro a ver si veo a Raul y Jorge que pensaba que se pondrían delante también, pero no les veo. Dan las 09:30 y cortan la cinta. Nos piden que vayamos despacio por el pueblo, pongo el crono en marcha, suben las pulsaciones y por fin salimos!!
Cuando vamos a llegar a la primera glorieta resulta que se meten de un lateral unos 40 bikers delante de nosotros. Joder! Uno no está 40 minutos esperando en la línea solo para la foto. Me da mucha rabia, ya que  encima la mayoría van realmente lentos y los que podemos intentamos ir adelantando como podemos.
Uno de los cambios de este año en el trazado ha sido en la primera parte, supongo que intentando que la carrera se estire lo más posible antes de llegar al cruce de Pelayos y evitar atascos. Creo que habrá funcionado porque yo con la barbaridad de gente que tenía delante en la salida poco a poco iban desapareciendo, ya porque tiraban más o porque se iban quedando. Hay más tramo de asfalto al principio y cuando llegamos a las primeras zonas más técnicas con curvas y regueros la cosa está bastante limpia. Tiro para adelantar, pero sin cebarme demasiado, sobre todo cuando veo que ya voy en un grupo pequeño de gente.



Pasamos por debajo de la carretera y a la salida del túnel nos manchamos un poquito, pero vamos, que esto es MTB no. Empieza lo bueno y los pinares de ese lado de la carretera nos saludan con unos preciosos senderos que nos llevan a la primera prueba de fuego. La subida a la casa que poco a poco va cogiendo desnivel y hace que mucha gente eche pie a tierra. Aquí adelanto a dos relajados que han salido fuerte, les saludo pero como esta vez llevo el maillot de Bikegriñón me miran como diciendo que quién es ese loco?? Un poco más arriba está el cruce que nos lleva al tramo en subida asfaltado, donde me encuentro a otro relajado que va un poco más adelantado. Este tramo de nuevo como lo conozco lo hago sin forzar mucho, ya que recuerdo que una vez acabado el asfalto viene una de las subidas más largas de la ruta. Justo, giro cerrado a la iquierda y a subir otra vez por tierra. Esta zona tiene una par de subidas que te ponen en tu sitio, ya que se empinan bastante y hay bastantes piedras y raices. A la 29 le encanta esta zona!
Una rápida bajada en la que hacer echar humo a los frenos, otro tramo de subida fuerte y empieza la bajada muy rápida que hacer que pasen los km en un pis pas. Acabamos este tramo súper rápido y giramos a la derecha para meternos en un precioso sendero en el que no hay que pasarse de rosca, ya que es rápido pero el suelo es pesado y pica hacia arriba ligeramente. Una bajada con piedras nos deja en el avituallamiento, creo que el segundo líquido y primero con sólido. Cojo un par de geles que me dan los chicos y paso sin parar, ya que voy bien de líquido.
Nos metemos en la zona más fea de esta parte, que es la del cortafuegos pegado a la valla. Ya el año pasado se me hizo pesada, pero sabía que después venía un tramo precioso. Infinidad de senderos y tenemos los primeros descensos entre vegetación por senderos estrechos, con raíces y piedras y algún salto pequeño. El final de este tramo nos deja en la glorieta del pueblo, pero pasamos por debajo de la carretera por el mismo túnel del año pasado que hay que hacer a pie, ya que la entrada y la salida son muy empinadas. Al salir del paso de la carretera me doy cuenta que llevo la pierna derecha bastante cargada, y me sorprende porque no me parece haber tirado demasiado y he controlado las pulsaciones. Se da un pequeño rodeo antes de llegar al pueblo y no me gustan las sensaciones que llevo, incluso pienso en parar y no seguir el resto de ruta. Paso por el avituallamiento del polideportivo en el km 34 con 01:40, con lo que realmente si que he apretado más de la cuenta y por eso voy cargadito... uff con lo que me queda todavía.

En el avituallamiento paro un segundo a coger algo de fruta, una barrita y beber un poco. La verdad es que la experiencia del año pasado me ha ayudado mucho y el conocer el terreno igual. Desde el pueblo a la bajada sabía que había una buena subida, primero asfaltada y luego ya por tierra. Aquí si que empiezo a regular e ir más despacio de lo que me parece que puedo. Pero el esfuerzo merece la pena porque empieza la zona que baja al pantano que es una pasada. Senderos interminables con unos descensos preciosos en los que hay que estar con todos los sentidos alerta, ya que se puede bajar muy rápido aprovechando las roderas de las motos. Este año sin calambres los he disfrutado más si cabe, aunque iba con la rueda delantera un pelo más hinchada de la cuenta y tenía que tener cuidado en apoyos fuertes ya que no me daba confianza 100%
El descenso nos deja a nivel del pantano que bordeamos por el mismo sendero que el año pasado. Un paisaje que hace que merezca la pena el dinero de la inscripción, el esfuerzo, el sudor y los calambres. Y hablando de sudor... Al poco de dejar el pantano tenemos la parte más dura de toda la ruta. el sendero empieza a empinarse poco a poco hasta que es imposible seguir montado y hay que bajarse para continuar. Una subida tan empinada que cuesta incluso subir con la bici arrastras, el sudor de la frente se me fue a los ojos y el picor no me dejaba abrirlos, así que me pasé toda la subida casi a ciegas.
En este tramo subía con alguno de los chicos del club de allí y entre ellos con Mario, con el que fui el año pasado también casi toda la ruta. Las piernas cargadas empiezan a palpitar y me viene los primeros calambres claros, pero esta vez tengo claro que si me paro será peor, así que sigo sin dejar de dar pedales e intentando ir más suave.
Otra zona de bajada muy chula donde tengo un susto por la rueda delantera y que sujeto no se cómo. El último avituallamiento me viene genial ya que me había quedado sin líquido. Lleno el bidón y cojo una barrita de cereales que me dan fuerzas para seguir.
 El problema es que el tramo final es subir y subir, con zonas que me obligan incluso con todos los piñones a apretar y hace que me vuelvan los latigazos.
Por suerte los voy controlando yendo más tranquilo y cuando me quiero dar cuenta ya estoy entrando en el pueblo.
Para el crono en 03:00:07 para los 54km, que es la meta que tenía (3 horas), así que muy contento ya que pese al poco entrenamiento he mejorado 19 minutos con respecto al año pasado, si bien es cierto que han salido 2 kilómetros menos.
Al poco de llegar aparece Guijar como el primero de los de Griñón que han hecho la corta y poco a poco los demás, incluidos Jorge y Raul que habían hecho la larga también.
Antonio y dani con los que había venido decidieron estando apuntados a la larga en quedarse en el primer bucle ya que no se veían con fuerzas para hacerla entera.

Y como colofón al día la organización nos cambiaba una esquina del dorsal por un pedazo de plato de paella que estaba buenísima. Lavadero para las bicis, masajes para los que querían, y líquido para recuperar nos esperaban en meta.



En conclusión una pasada de día como siempre, ya que esta ruta está claro que no defrauda. Nos veremos el año que viene!!